Con el nacimiento del Bitcoin y la tecnología blockchain se inició toda una revolución que no solo ha involucrado aspectos financieros, tecnológicos y legales, sino que también ha significado un cambio en el estilo de vida de las personas que entran al mundo de las criptomonedas.
Aunque al comienzo todo parece ser bastante confuso, quienes realmente se interesan pronto empiezan a incorporar nuevos términos a su vocabulario: blockchain, token, exchange, descentralización, -y aquí vamos con las especialidades de Dash – DAO, masternodes, InstantSend, PrivateSend, etc. Todo esto empieza a hacer parte de una cultura creciente, en un momento donde día a día se crean nuevos proyectos relacionados con criptomonedas.
Como si se tratase de una estrella de la música o de un culto, varias personas se unen a uno u otro proyecto de los que suenan por el momento, hacen un ligero reconocimiento del terreno y la euforia se apodera de su sentido crítico. No está mal desde el sentido práctico, pero estas personas aunque muchas veces ayudan a que un proyecto sea más conocido, también pueden verse afectadas por la manera en la que confían en el mismo.
Aunque si bien las ganancias –especialmente las que se han visto en el último año- generan gran emoción en la comunidad, éstas no son ni deben convertirse en el motivo principal por el cual una persona opte por apoyar a uno u otro proyecto. Tampoco lo debe ser una idea sin fundamentos (como por ejemplo una ICO que aún no tenga un producto).
Dash y su comunidad
La comunidad de Dash cada día crece más, y con ella la responsabilidad de compartir un conocimiento colectivo que sea idóneo y acertado en la realidad.
Si bien, gran parte del trabajo que se trata de hacer en varios países está bastante relacionado con el marketing, el objetivo principal de ese trabajo no es solo hablarles de Dash, pegar calcomanías y usar una camiseta con el logo.
Apoyar a Dash significa tener convicción con argumentos sólidos y razones demostrables, más que ser un fanático o fan, es ser un usuario que ha investigado la tecnología, la visión y la comunidad de Dash. Ser usuario es saber por qué comprar Dash, dónde hacerlo y donde poder gastarlo como el dinero digital que es. Ser usuario es entender conscientemente las ventajas que represente tener la privacidad que ofrece PrivateSend o la rapidez que otorga InstantSend, además de aprender cómo usarlas.
Ser usuario de Dash no es solo presentar una propuesta para obtener fondos y pensar que es “dinero gratis”, es saber que cada propuesta tiene un valor que puede pasar a ser trascendental para la expansión de Dash e inclusive su desarrollo y mejoras en el ecosistema completo.
Ser usuario de Dash es entender el valor que tiene la descentralización y sabérselo explicar a los nuevos que llegan, es entender la novedad que representa una Organización Autónoma Descentralizada, un hecho inimaginable unos años atrás y que permite todo un sistema de gobernanza y financiamiento.
Con el marketing que toda la comunidad hace la misión no solo es mostrar la marca, sino también enseñar su uso, educar sobre sus posibilidades, mostrar cómo funciona y promover su uso. Ésto generará usuarios en lugar de fanáticos, y aquí radica la sostenibilidad y consolidación de Dash como método de pago.
Dash es dinero digital, como el que ahora hay en sus bolsillos, solo que… mejor. Si puedes explicar con hechos por qué es mejor y puedes usarlo adecuadamente, entonces no eres un fan, eres un verdadero usuario de Dash.