El cambiante mundo de las criptomonedas es cualquier cosa menos aburrido. Las monedas con posiciones top se están barajando constantemente, además Bitcoin se dividió hace poco en dos, con visiones separadas que riñen por la dominancia. Esta lucha puede ser feroz, sin embargo, hay un gran punto ciego en esta agresiva competencia. Hay un área crítica por la que no están compitiendo la mayoría de las monedas, además ni siquiera aparece en su radar.

El valor del mercado de las criptomonedas todavía es bastante pequeño

Con $110 mil millones de dólares y aumentando, las criptomonedas continúan siendo una industria relativamente pequeña si hablamos de una manera global. El límite actual de Bitcoin de cerca de 7 transacciones por segundo no está completamente ocupado después de la reciente caída, sin mencionar los bloques virtualmente vacíos de la mayoría de las demás cadenas. Mientras la tecnología de blockchain tiene la oportunidad de afectar todo el mundo, no lo ha hecho aún. Pelear por el puesto de la criptomoneda top es continuar buscando la corona de un pequeño reino. Pocas monedas realmente piensan en grande.

El uso real permaneció en gran medida restringido por Bitcoin

Estoy seguro que muchos de ustedes escucharon esta frase sobre iniciarse con las criptomonedas, o la han usado ustedes mismos: “Primero oí acerca de Bitcoin…” La verdad es que la mayoría de nuevos usuarios de criptos lo han sido por Bitcoin, con muy pocos usuarios teniendo sus inicios en otras monedas. Bitcoin trajo usuarios al ecosistema, una vez allí ellos tienden a irse hacia otros proyectos. Como tal, Bitcoin continúa siendo la puerta de entrada más grande al uso en el mundo real: Muchos negocios alrededor del mundo usan, o al menos, aceptan Bitcoin sin necesidad de tener nexos con otras monedas. En términos de uso real, práctico, diario, y esencial, otras criptomonedas tienen una presencia extremadamente limitada, muy rara vez alcanzando áreas que el Bitcoin haya sido capaz de alcanzar. Las criptomonedas que compiten por la dominancia están peleando completamente  por una fracción de los usuarios de Bitcoin, sin hacer esfuerzos serios por capturar la gran economía global.

El primer y tercer mundo continúan sin atenderse

Cuando buscamos un uso en las masas, dos grupos principales vienen a la mente: El consumidor promedio del primer mundo y el pobre global. Ambos están actualmente desatendidos por diferentes razones. El consumidor regular en áreas más ricas del planeta no tiene necesidades inmediatas de un nuevo sistema de pagos electrónico. Los bancos y servicios como PayPal  permiten al usuario almacenar, enviar y gastar sus fondos sin muchos problemas. Las mejoras hechas por las monedas digitales comprenden asentamientos más rápidos y permanentes, historial de transacciones inalterable y facilidad y bajo costo de las transferencias, particularmente peer-to-peer. Desafortunadamente los problemas de congestión de Bitcoin causaron comisiones y tiempos de transacción absurdos, significando que muchos casos que una tarjeta de crédito podría ser más barata y asentarse más rápidamente. Intentar traer a una persona promedio a las criptomonedas en tal punto podría ser difícil de vender.

En el tercer mundo, las consideraciones anteriores también aplican, solo que amplificadas y un nuevo factor se suma a la lista: almacenamiento de valor. Mientras divisas como el dólar permanecen relativamente estables a corto plazo, el muchos países empobrecidos no se puede decir lo mismo del dinero local. No poder confiar en las ganancias para conservar su valor es un problema masivo donde los pobres buscan escapar de la pobreza, y una caída del valor puede significar la diferencia entre hacer las cuentas y ser destituido. A largo plazo, las criptomonedas, en particular Bitcoin, lo ha hecho bastante bien al crecer en valor. Sin embargo, a corto plazo, han habido algunos altibajos, como el periodo por más de un mes este verano cuando el Bitcoin bajó de los casi $3000 dólares a cerca de $2300 dólares en dos días y no se recuperó hasta hace poco. Tal pérdida tiene el potencial de barrer completamente a una familia pobre sin una red segura para salir superar el declive. Lo mismo va para las comisiones, las cuales pueden repuntar y causar inconvenientes a los negocios del primer mundo, pero pueden arruinar comerciantes en países pobres que ahora quedan sin un sistema de pagos en su rango de precios. Los usuarios del tercer mundo necesitan un sistema de pagos que sea extremadamente barato y confiable.

El ganador tendrá la moneda que salga de la burbuja.

Cuando una moneda pueda, de manera confiable, resolver todos los problemas que enfrentan los usuarios regulares, y sea agresivamente comercializada por las masas, podrá  tener  éxito realmente y no tendrá que esperar simplemente por un crecimiento incidental del criptoespacio de las monedas. Una moneda necesitaría tener un desarrollo estable y sostenible, con una visión unificada y a largo plazo de cómo proveer un producto funcional a los usuarios. Necesitaría transacciones rápidas y permanentemente asentadas, inclusive por peniques, y una red con la capacidad de sostener miles de transacciones por segundo. Necesitaría estar completamente descentralizada y proveer una vía para aquellos con reservas financieras significativas en el proyecto, para tener algo de control sobre lo que suceda con su dinero. Y no olvidemos la privacidad, resistencia a la censura, compromiso y una comunidad energética. Cuando una criptomoneda cumpla todos estas características,logra el verdadero potencial de romper la burbuja y lograr el mercado más grande de todos: todos los demás.